SACERDOTES EXIGEN REAPERTURA DE TEMPLOS EN BAJA CALIFORNIA SUR

Respetable Señor Gobernador Carlos Mendoza Davis.

Los abajo firmantes, sacerdotes del Presbiterio de la Diócesis de La Paz, queremos manifestarle en primer lugar nuestra extrañeza y, sobre todo, nuestro disentimiento ante las recientes medidas comunicadas para la próxima Semana Santa.

Somos conscientes de la legítima  preocupación que nuestras autoridades muestran ante la situación de la pandemia, y de los riesgos que se pretenden evitar en los próximos días santos.

Pero con todo respeto, nos  parece incongruente que mientras se abren las playas al 50% junto con otros centros de esparcimiento, nuestros templos, que actualmente están abiertos al 50% se cierren al 0% justo en los días más importantes para nuestra fe cristiana como es la celebración de la Pascua. Sin duda, nuestra Fe en Cristo, muerto y resucitado, nos sirve de incentivo para nuestra lucha por vivir, así como un bálsamo para tantas familias que han perdido un ser querido, víctimas de este terrible mal.

Podemos decir con toda sinceridad que el 100% de nuestros fieles dentro de los templos portan cubreboca, ¿se puede decir lo mismo de los que acuden a las playas o a los antros?

Hemos obedecido los lineamientos de la Coepris en relación a la sanitización antes y después de cada celebración  religiosa, así como los protocolos al  ingreso de los templos, cosa que no vemos en centros comerciales y pequeños negocios donde se han relajado mucho éstas prácticas.

Sentimos un trato desigual, y hasta discriminatorio, cosa que no creemos que sea en forma intencional, por lo que sugerimos respetuosamente que se reconsideren estas medidas, cuyo conocimiento ya está causando reacciones entre nuestro pueblo Creyente que espera de sus autoridades mayor comprensión hacia sus convicciones religiosas.

Por otra parte, estamos convencidos de que la decisión de cerrar completamente los templos no tiene fundamento en la evidencia, al parecer el cerrarlos tiene más bien sustento en un prejuicio, en el prejuicio de que haya aglomeraciones sin control, sin protocolos, el prejuicio de que es un lugar de riesgo a donde sólo acude gente en riesgo o vulnerable. Las mismas autoridades sanitarias han manifestado que ese segmento de la población puede hacer su vida de una manera más normal en esta nueva normalidad, observando las medidas que acertadamente nos piden las autoridades antes mencionadas. Vivir la espiritualidad, especialmente en los días Santos es una forma de coadyuvar para la resiliencia tan necesaria en tiempos de pandemia.

Nos comprometemos a evitar los eventos susceptibles de aglomeración (Vía Crucis, congresos y eventos masivos, entre ellos las pascuas infantiles, de adolescentes y juveniles) y acompañar a nuestros feligreses con rigurosas medidas de protección.

Señor Gobernador, y autoridades de Salud, cuenten como hasta ahora con nuestra colaboración y apoyo en la lucha contra nuestro mayor problema actual, que es la pandemia que nos afecta a  todos.

Respetuosamente

88 sacerdotes de Baja California Sur

También te podría gustar...