Trabajadores del sector pesquero rechazan nuevas medidas de captura en BCS

Por Raymundo León Verde

La Paz, BCS.- El sector pesquero de Baja California Sur manifestó su inconformidad ante las autoridades de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), por la modificación del acuerdo del pasado 23 de junio que prohibía el uso de redes de arrastre en el Golfo de Ulloa, frente a las costas occidentales de esta entidad.
Los pescadores sudcalifornianos, primordialmente ribereños, señalaron que el nuevo acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federal el 18 de noviembre, permite la entrada de la flota de arrastre a los litorales de la zona delimitada como refugio pesquero parcial temporal en el Golfo de Ulloa, con vigencia de dos años, para la protección de las tortugas amarillas, “lo que provocará la depredación de todo tipo de especies marinas”.
El director general de Ordenamiento Pesquero y Acuícola de la Conapesca, Víctor Arriaga, explicó que la modificación del acuerdo se llevó a cabo luego de que el gobierno de Estados Unidos certificó las pesquerías que se realizan en los litorales mexicanos que colindan con el Océano Pacífico, incluido el Golfo de Ulloa, lo que es fundamental porque sirve para llevar a cabo las exportaciones de productos marinos a ese país.
Ante la molestia de los pescadores locales, quienes se quejan de que no fueron consultados para la modificación del acuerdo, dijo que la propuesta era trabajar con el sector ribereño y después ver el tema de la publicación, pero esta se les adelantó y los barcos de pesca de altura ya comenzaron a trabajar en el Golfo de Ulloa.
Expresó que el 29 y 30 de noviembre los pescadores podrán sostener una reunión con autoridades de la Conapesca en la ciudad de México para revisar el asunto y buscar la regulación de las actividades pesqueras en ese cuerpo de agua.
El presidente de la Cooperativa Pesquera Puerto San Carlos, Luis Camacho Manríquez, señaló que la modificación del acuerdo es ilógica porque lo que sobra en el país es depredación y desorden en el sector pesquero.
Es incongruente, dijo, porque se había comenzado a hacer un refugio pesquero para cambiar la mentalidad de los pescadores y de repente al gobierno federal se le ocurre dar marcha atrás a esta situación.
Consideró que los barcos de arrastre llegan a Baja California Sur porque en sus lugares de origen ya acabaron con los recursos, “no les interesa cuidar nada, sino sólo vender y conseguir dinero”.
Dijo que la certificación realizada por el gobierno de Estados Unidos no se entiende porque los barcos de arrastre manejan redes sumamente depredadoras, que dañan el fondo marino, “y se los podemos demostrar”.
Puntualizó que lo mejor es que cada flota trabaje frente a sus litorales, pues no se vale que se lleven los recursos que pertenecen a los pescadores de Baja California Sur, cuya actividad es ribereña, artesanal.
El presidente de la Federación de Cooperativas de la zona Pacífico Norte de Baja California Sur, Edgar Aguilar Castillo, precisó que en el país hay unas 800 embarcaciones para la pesca de altura, de las cuales 500 llegan a los litorales de esta entidad para llevarse todo tipo de especies, no sólo lo que dicen sus permisos.
Dijo que la certificación demuestra que los pescadores ribereños no son causa de la mortalidad de las tortugas marinas en el Golfo de Ulloa, la cual continuó durante la veda que se impuso en junio, pero lo malo es que el gobierno federal ya le abrió las puertas de los litorales de Baja California Sur a la flota de altura de otras latitudes, principalmente de Sonora y Sinaloa.
La Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo del Gobierno de Baja California Sur respaldó la posición de rechazo del sector pesquero local a la modificación del acuerdo del mes de junio, relacionado por el uso de redes de arrastre.
El titular de la dependencia, Andrés Córdoba Urrutia, destacó el compromiso que asumieron los productores pesqueros sudcalifornianos ante el acuerdo de junio, que les impuso una veda temporal a la pesca de escama en el Golfo de Ulloa, lo que provocó que la National Oceanic and Atmospheric Administration certificara las acciones realizadas por México para la protección de las tortugas amarillas.