“Hey, teacher: Leave the kids alone… or not?”

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por Marcos de Jesús Roldán

Hace un par de semanas, Roger Waters lanzó, por tercera ocasión, una afirmación categórica que fue coreada y vitoreada por las casi cien mil gargantas que dicen, gritaban, durante el concierto gratuito del músico británico en la Plaza de la Constitución, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ya lo había hecho un día antes, el 29 de septiembre, y también un día antes de ese, durante el primero concierto en el Foro Sol, ante un poco menos de 50 mil personas en cada uno según las cuentas de los organizadores de los conciertos de paga.
Pero ¿qué fue lo que hizo? ¿qué afirmó? Ya hemos visto en el canal de videos o en las redes sociales los cuatro momentos álgidos intercalados entre las melodías clásicas de los 5 discos más representativos que él y otros tres músicos grabaron bajo el nombre de “Pink Floyd”:
Arremetió contra Trump; exhibió rostros de personas protestando en Fergusson contra la represión policial; se sumó al #Renunciaya y, por último, leyó una carta al presidente Peña Nieto donde mencionó a los desaparecidos, a los 43 de Ayotzinapa y la ola de violencia y terror de la lucha contra el narcotráfico.
Es ahí, en ese momento, cuando dice lo que muy pocos entendieron y los menos, tienen ganas de poner en práctica y que sin embargo corearon: Los mexicanos están listos para un nuevo comienzo.
¿Pero, de verdad, estamos listos? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué hemos hecho antes?
Unas semanas antes que esta, otro extranjero, pero no de ultramar, llegó y tambaleó a la moneda y al gabinete de EPN. Un taimado y colorido Donald Trump fue recibido con honores de dignatario cuando aún es solo candidato y que, en pocas horas hizo más daño que chivo en cristalería. No bien acababa de aterrizar del otro lado de la frontera cuando ya estaba desdiciéndose y dando contra a sus declaraciones matutinas sobre su famoso “muro de la vergüenza”.
Por ello es que me asaltaron tales preguntas.
¿Cuál nuevo comienzo si la estabilidad del peso no depende de la política monetaria nacional, mucho menos de nosotros?
¿Si la violencia la enfrentamos con más violencia y los vecinos han suscrito la “Ley del Talión” para hacer justicia en sus propios patios y caminos?
¿Qué hacer ante la paridad peso dólar, el precio de la gasolina, la apatía e indolencia de los jóvenes, de los adultos, de los niños?
Creo que Roger no tiene razón en cuanto dice que ya estamos listos, aún nos falta. Tampoco cuando canta que los maestros dejemos solos a los niños. No, Roger, la respuesta no está en el viento como dice otro rockero de abolengo. La respuesta está en las aulas, en los libros, en los pizarrones, en la educación como lo hizo Costa Rica, como lo han hecho en el sudeste asiático. Pero en la verdadera educación, la que se basa en modificar los planes de estudio y que se aplica sin fines punitivos contra la base trabajadora o contra la comunidad educativa.
Cuando el pueblo mexicano eleve su nivel académico, la ciencia y tecnología dicten política antes que la seguridad y el asistencialismo entonces podrá venir otra vez a gritar, y así, entonces, podría asentir y sumarme al griterío.

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